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Victoria Cardona i Romeu. Educadora Familiar 16/10/2003
Es natural que deseemos para nuestros hijos un buen rendimiento escolar, mediante el estudio, el objetivo del cual es preparación para la vida, desarrollo de habilidades del pensamiento, cultura personal, con ideas propias que son fruto de estructurar lo que se ha aprendido o sabiduría. Es por esto que reflexionaremos sobre algunos aspectos prácticos para intentar no cometer errores, que puedan conducir al fracaso escolar, con el peligro de malograr las posibilidades de aprender de los niños y jóvenes.
Estimular la voluntad por el estudio: Se ha visto, últimamente, la necesidad de incluir en las escuelas ayudas de conferencias de formación para padres, sobre la necesidad de educar la voluntad de los niños mediante la creación de hábitos. Quizás se había hecho evidente un cambio en la educación: del autoritarismo y la rigidez se ha pasado a la ausencia de límites, a la comodidad y a la condescendencia en el dejar hacer. Por lo tanto, conviene buscar un término medio: vivir los horarios para el estudio y la disciplina y, padres y educadores, establecer unas pautas que se tienen que hacer cumplir con la suficiente ascendencia moral, consecuencia del prestigio y del testimonio personal de los que tienen la responsabilidad de enseñar.
Valorar el esfuerzo, más que las calificaciones: En un mundo dónde sólo se valora la eficacia y sobre todo los resultados, los padres tenemos el riesgo de hacer lo mismo con las calificaciones de los niños. Ahora, que pasaremos del ''progresa adecuadamente'' a las clásicas notas, deberemos vigilar, todavía con más intensidad, para no obsesionarnos con las calificaciones, sino valorar el esfuerzo que hace nuestro hijo o hija. Es evidente que, si sólo nos alegráramos por las buenas notas, podríamos dejar de lado aquel pequeño que, con más dificultad para el aprendizaje, necesita más tiempo para aprender y, por lo tanto, más atención por parte de profesores y familia. También podría resultar, que un hijo o hija con más facilidad para estudiar, resultara un perezoso.
Estudiando se aprende a estudiar: Enseñar a estudiar y hacer que las criaturas y jóvenes tengan curiosidad intelectual y una instrucción o unos conocimientos, no para saberlo todo como una enciclopedia, sino para adquirir una cultura propia de la persona que piensa, reflexiona, asimila y se prepara para la vida. El objetivo no será que nuestros jóvenes sean las personas más brillantes en las profesiones que a nosotros nos gustarían, sino que la instrucción que hayan asimilado sea el fundamento para el puesto de trabajo que ocuparán el día de mañana, y que el trabajo es el medio para la mejora personal y un servicio a la sociedad. Me parece que es bueno, por ejemplo, explicar a los jóvenes que deben integrarse en el mundo laboral que el día en que les ofrezcan un trabajo digan que sí, y al día siguiente lo aprendan a hacer. Es mejor no rehusar a nada cuando uno empieza una vida de trabajo, tanto por la experiencia como por el aprendizaje que supone.
Facilitar la concentración: procurar un espacio en el hogar adecuado para el estudio de nuestros hijos e hijas. Sin música, sin ruidos, con buena iluminación. Cada hijo es diferente, por lo tanto tenemos que conocer quien se concentra durante más rato o más deprisa, o quien necesita descansar del estudio más a menudo y volver a empezar. Debemos de ayudar a que controlen la imaginación, no los podemos interrumpir en cada momento, para no dispersarlos, y lo que sí podemos hacer es preguntarles cuando hayan finalizado el tiempo de estudio; de esta forma podemos saber sí han aprendido a resumir y sintetizar y si han reflexionado sobre lo que han estudiado.

Análisis
Las personas que están a diario en la escuela, trabajando con los educandos y
con sus familias, saben que una cosa son las calificaciones que obtiene el éste y otra su rendimiento. Se ve a diario como ellos con necesidades educativas especiales, con problemas de aprendizaje concretos, con problemas de desescolarización o escolarización tardía, con problemas familiares, etc., por mucho que se esfuercen difícilmente alcanzarán lo que se llaman “niveles máximo de rendimiento” y esto es por la falta de motivación y voluntad que éstos reciben y demuestran. La gran mayoría de padres desea que sus hijos o hijas alcancen un nivel de educación mayor que ellos, que desarrollen sus capacidades cognitivas, de tal manera que su rendimiento escolar sea eficaz y exitoso.”El rendimiento escolar es objeto de permanente preocupación, lo cual no resulta sorprendente si se tienen presentes los datos que de vez en cuando se publican sobre las altas tasas de fracaso y abandono de los alumnos”. El rendimiento escolar depende de un innumerable de variables, las cuales es muy difícil saber con exactitud, la incidencia específica, de cada una pero, aun así la gran mayoría de las investigaciones dan a una relación entre factores intelectuales y rendimiento, “Es preciso matizar que los resultados en los test de inteligencia o aptitudes no explican por sí mismos el éxito o fracaso escolar, sino más bien las diferentes posibilidades de aprendizaje que del alumno”, hay alumnos que tienen un alto coeficiente intelectual y cuyos resultados escolares no son de los mejores, o también que ocurren casos contarios a estos, y a mi parecer hay que centrarse en otros tipos de factores o aspectos como La Personalidad o Motivación, los cuales al considerarlos, el rendimiento escolar mejoraría.
A mi parecer, creo que el éxito o fracaso del estudiante dependen directamente e indirectamente del método que usan para estudiar, creo que si sabemos estudiar, la tarea será más fácil y se convertirá en una distracción en vez de una obligación. Con la practica se adquieren los hábitos de estudios, quizás una de las aspiraciones de casi todo estudiante es la de obtener un aprendizaje significativo que se pueda utilizar en la vida y al mismo tiempo obtener buenas calificaciones. Para mejorar el rendimiento escolar quizás ayude fijarse una meta definida como; que aspiro alcanzar con mis estudios, o pensar en el éxito o fracaso que pueden afectar mi futuro, “Por medio de los procesos educativos el grupo social intenta remediar la ignorancia amnésica con la que naturalmente todos venimos al mundo” (“El Valor de Educar” Fernando Savater. “El aprendizaje humano”).
También es relevante que durante la adolescencia acontecen notables transformaciones físicas y psicológicas que pueden afectar al rendimiento, los profesores deben estar preparados ante estos cambios, como los de la personalidad los cuales ayudan a adquirir nuevas ideas del mundo que los rodea, “Puede aprenderse mucho sobre lo que nos rodea sin que nadie nos lo enseñe ni directa ni indirectamente” (“El Valor de Educar” Fernando Savater. “El aprendizaje humano”).
Es muy necesario que los alumnos estén motivados, que realicen hábito de estudios y técnicas para el perfeccionamiento académico, creo que tanto hábitos como técnicas ayudan a la eficacia del estudio, son necesarios para progresar en el aprendizaje y sacar el máximo provecho a la energía que requiere la practica de estudio. “Al rendimiento escolar de nuestros hijos solemos darle una importancia que es del todo infundada. Y esto no se debe más que al respeto por la pequeña virtud del éxito” (“El Valor de Educar” Fernando Savater. bibliografía, (Natalia Ginzburg, Las pequeñas virtudes).
En cuanto a la relación del rendimiento académico e intereses profesionales se comprueba que los intereses vocacionales o profesionales tienen escaso poder en los resultados escolares, quizá porque las puntuaciones en intereses tienen, en general, poca estabilidad en la educación secundaria y se consolidan a partir de los dieciocho años. Asimismo, diría que los alumnos de rendimiento académico alto se interesan más por el área científica que los escolares de rendimiento medio y bajo. Quizás también el clima escolar tiene relevancia y depende de la cohesión, la comunicación, la cooperación, la autonomía, la organización y, por supuesto, del tipo de profesor. En general, el tipo de profesor que dialogue y sea cercano a los alumnos es el que más contribuye al logro de resultados positivos y a la creación de un escenario de formación de rendimiento escolar alto.”El excelente profesor es y ha sido aquel capaz de comunicarse cálidamente con cada alumno” (“Nuevas perspectivas en las ciencias de la educación”. José Luís Castillejo Brull – Cáp. 3 Principios de la educación).
Otro aspecto que señalaría es el ambiente familiar influye considerablemente en el educando tanto por las relaciones que se establecen en el hogar, como por los estímulos intelectuales, culturales, etc. que se brindan, así como por la forma de ocupar el tiempo libre. La familia es la institución natural más importante en la formación.En definitiva el rendimiento académico en los distintos niveles educativos es el resultado de una constelación de factores. Y aun permanecen las incógnitas y dificultades del sistema educativo, en general, y de los educadores, en particular, a la hora de erradicar el elevado fracaso escolar. (“El Valor de Educar” Fernando Savater. “El Eclipse de la Familia”).

He descrito algunos condicionantes del rendimiento escolar, aunque analizan algunos relevantes factores, evidentemente no se abarcan todos. Por ejemplo se la influencia del tipo de centro (público o privado), el carácter religioso o laico del mismo, el género, la metodología, etc., a decir verdad, los factores que inciden en el rendimiento son numerosos y, como se dijo, constituyen innumerable factores, para poder saber mas sobre los factores que intervienen en el rendimiento escolar se tendría que estudiar tres grupos de condicionantes: a.- psicológicos (rasgos de personalidad, aptitudes intelectuales.), b.- pedagógicos (hábitos y técnicas de estudio, estilos de enseñanza-aprendizaje, etc.), y c.- sociales (ambiente familiar y escolar, ).
Para mejorar el rendimiento escolar debemos integrar algunos valores como; buena aptitud verbal, perseverancia, hábito de estudiar y dominio de técnicas, intereses científicos, organización e integración en el centro escolar, ocupación saludable del tiempo libre y apoyo familiar. Claramente esta fórmula tiene carácter orientativo y general, de ahí la necesidad de valorar de modo personalizado cada caso concreto. A fin de cuentas, entre todos debemos mejorar el proceso educativo en los educandos. Cuando se mejoran las condiciones educativas muchos alumnos transitan del fracaso al éxito.



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